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Claves sorprendentes del mundo literario, según Eduardo Mendoza

archivo_000-97Siempre he admirado a Eduardo Mendoza (reciente Premio Cervantes 2016) por ser literariamente “ambidextro”, con capacidad para escribir cosas serias y cosas divertidas con fuerza seductora, pero sobre todo porque algunas de sus numerosas obras (“El misterio de la cripta embrujada”, “Sin noticias de Gurp”, por ejemplo) tienen el envidiable don de atrapar al lector y hacerle sonreír, reír, reflexionar y no soltar el libro hasta terminarlo.

Para mí es un prodigioso cruce o delicioso cóctel de Tom Sharpe, Martin Amis y el anónimo autor del Lazarillo de Tormes. Casi nada.

Además resulta cautivador en las entrevistas por su cercanía, llaneza, claridad y mirada irónica sobre la compleja pecera que es la vida. De hecho acepta ser una combinación de gamberro y caballero:

Si eres solo un gamberro, eres un indeseable. Si solo eres un caballero, eres un muermo. (El País, 7-1-17).

Por eso, me pareció oportuno y útil espigar algunas entrevistas a D. Eduardo en que vierte opiniones y criterios sobre el oficio de escritor y el lugar del lector, que aunque siempre lo dice sin pretensiones de pontificar, creo pueden ser de gran interés a los que nos asomamos desde el burladero al mundo literario.

I. Los comienzos: formación y deformación para ser escritor y/o lector

El duro comienzo de quien siente en las venas el veneno de escribir y peregrina en busca de editor.

Pensaba que iba a escribir toda mi vida, pero cuando escribía ni siquiera pensaba que me iban a publicar. De hecho, hice el vía crucis de todo escritor por las editoriales cargado con una cartera grande porque el manuscrito ocupaba mucho. Solo sabía que seguiría escribiendo porque era lo que me gustaba hacer. Ya me ganaba la vida de otra manera, pero en mis ratos libres mi forma de estar en el mundo era la escritura. Y no fue hasta pasado muchos años, pero muchos, que no dejé de hacer trabajos que por otro lado me gustaban mucho. (Noticias de Navarra, 2016)

La necesaria formación en lengua y literatura

Y ese papel debe caer en los maestros, que son los soldados de infantería en este caso, los que quedan en primera línea, dispuestos a enfrentarse a un pelotón de alumnos que no quiere aprender lo que es una sinécdoque o un pleonasmo. Pero hay que hacerlo porque sí, sin más, no porque resulte divertido, sino porque se trata de algo imprescindible para la vida. (El País, 2016)

La necesaria formación humanística para saborear los libros

la literatura no puede competir con los videojuegos, que son mucho más divertidos, o con las series de televisión. La literatura es una cosa que a veces requiere esfuerzo, incluso puede ser aburrida, pero tiene otro tipo de compensaciones, no hay que esperar solo risas. En mis tiempos, la asignatura llamada Literatura era un peñazo, había que aprender sonetos de Góngora y luego había lecturas divertidas, y hay que volver a recuperar esa asignatura, es parte de la formación humanística del ciudadano. Igual que las matemáticas, nadie las enseña diciendo que son muy enrolladas, hay que aprenderlas y ya está. (Noticias de Navarra, 2016)

El legado del paso por la Universidad

Estudié Derecho sin gran vocación, algo había que estudiar y era necesario ganarse la vida, pero celebro la formación que recibí: la metodología, enfocar los asuntos con cierta minuciosidad, la precisión de las palabras, la exactitud en las citas, todas estas cosas que creo que son muy útiles… El que no ha pasado por ahí, el que ha ido a directamente a una cosa más creativa, y menos de picapedrero, se lo pierde. No puedo decir que disfruté con ese aprendizaje, sí que me vino bien. (El Diario, 2014)

II. Los libros: esos amigostablet

Las bibliotecas personales en extinción

Yo tenía la ficción de guardar libros. Una vez tuve que hacer una mudanza rápida y me llevé solo lo que andaba leyendo. Allí volví a acumular libros. Tuve que hacer otra mudanza. Empaqueté los libros y los metí en un guardamuebles pensando que en 15 días los recuperaba. Se complicó todo y pasaron dos años. En todo ese tiempo solo necesité un libro una vez y me lo volví a comprar. Era más barato que ir al guardamuebles a por él. Entonces decidí tirarlos todos. (El País, 2016)

Sobre el libro electrónico

“muy aficionado”, aunque “no a las descargas piratas, sobre todo de mis propios libros”. (Efe, 2016)

Libros para todos los gustos

En estos momentos creo que la literatura está en el lado del entretenimiento de las novelas de zombies para el verano, zombies los protagonistas y zombies los lectores, y por otra también predomina una visión muy académica y muy analítica. (El Cultural, Agosto 2013)

III. Literatura seria y divertida
El humor como forma de ver las cosas

Más que una única manera de ver el mundo y de soportar los problemas -responde- es un componente de nuestra manera de pensar, que nos da una perspectiva más allá de lo inmediato. Igual que la indignación y la rabia. Yo ni sabría ser de otra manera ni decido tomarme las cosas con humor: en mis obras a veces está simplemente presente pero no forma parte de la propuesta; en otras digo: ‘Señores y señoras, esta es una novela, ya no de humor, sino de risa’. (El Periódico, 2016)

La literatura no divertida también enseña

Sí, hay libros más divertidos y otros que son aburridos, pero que a veces son importantes. He leído libros aburriéndome mucho, pero consciente de que me iban a satisfacer, como Proust, Henry James, Pérez Galdós… En ocasiones tienes que decirte “vamos a hacer una excursión que será larga y que requerirá parar más de una vez, pero al final las vistas serán espectaculares”. En cambio, hay otras en las que el camino es corto. También está bien. Es importante saber adaptarse y no pedir únicamente libros que enganchen desde el principio, que es una de las características de la industria editorial actual.(…) También se tiene que poder decir a un amigo “cómprate este libro, no es nada divertido, pero si te lo tomas de otra manera al final estarás contento de haberlo leído”. (El periódico, 2012)

sentadoIV. Utilidad de la literatura

La lectura aporta visiones al gusto, realistas o imaginarias: una puerta hacia otros mundos

Planteo si es real el realismo, a través del episodio de Moisés y la Travesía del Mar Rojo. Pero luego reflexiono sobre Northanger Abbey de Jane Austen, que es el universo más reducido, provinciano, pequeño, y cómo eso es importante… Intento descubrir la realidad en sus peores aspectos gracias a Balzac, Dostoievski, Baroja y Primo Levi, pero también cómo el mundo es un buen día con El Quijote, lo que nos enseñan las grandes aventuras de Julio Verne o Moby Dick. Y Sófocles, Goethe, Chandler. O las grandes voces de ultramar, como Juan Rulfo (Pedro Páramo), García Márquez (Cien años de soledad), Chinua Achebe (Todo se desmorona), Murasaki Chikibu (Genji Monogatari). O los olvidados… Si, lo que quiero contar es lo que son estos libros para mí como ejemplo, como paradigma de lo que aporta la lectura. (El Cultural, 2013)

La literatura distrae y alimenta

Yo creo que la literatura nos atrapa por el entretenimiento, porque nos distrae, pero hay algo más que eso. Pasa un poco con la literatura como ha pasado con la comida, que antes se comía para no morirse de hambre y ahora nos pasamos la vida buscando restaurantes, comentando el tipo de comida, la fusión, y hemos perdido de vista que además de todo eso, también consumimos proteínas, grasas e hidratos de carbono, y que la lectura tiene todos los componentes, que es buena de comer pero además nos alimenta y unos sólo ven el alimento y otros solo la presentación del plato. (El Cultural, 2013)

Permite sobrellevar los malos momentos

Pues yo creo que de muy poco desde el punto de vista práctico, pero afrontar los malos momentos en buena compañía siempre es mejor. Si estás en el paro y te pasas la tarde haciendo zapping frente al televisor, lo más probable es que te pegues un tiro; en cambio, si aprovechas para leer a Proust, que a lo peor nunca lo has hecho, pues a lo mejor estás más contento de estar parado. Realmente creo que hay que huir de la literatura como parche sor Virgilia, pero la literatura, la música, la cultura en general ayudan a vivir en un sentido muy amplio, aunque si se te ha pinchado una rueda no sirve para nada haber leído Moby Dick. (El Cultural, 2013).

V. Buena y mala literatura: ¡Quién lo sabe!sentado

No hay una fórmula mágica para el éxito literario

Si lo supiera, primero le estaría dando continuamente, y luego escribiría un manual de autoayuda. (EFE, 2016)

La popularidad del escritor orienta al lector… o le desorienta

Creo que está haciendo daño porque se está creando un sistema de espectáculo basado en conseguir la firma del autor, hacerse una foto… No está mal y nosotros somos los primeros beneficiados, pero a la larga puede llevar las cosas por un camino que no es el mejor. No tanto por el libro, que es un objeto, sino por la literatura en general como vehículo de comunicación a todos los niveles. Nos comunicamos a través del relato y corremos el riesgo de dejar libros importantes solamente en manos de los estudiosos, pero no del público. Pero está claro que ferias, encuentros, premios animan el ambiente. Eso sí. (El Periódico, 2013)

La desmitificación de la novela aplaudida

Y añadí que Kafka era un gran escritor pero un mal novelista de eso que entendemos por novela. ¿Quién se ha leído «El castillo» entero? Como mucho, «La metamorfosis». ¿Y el comienzo de «El proceso»? «Josef K fue detenido sin saber por qué…» ¡Un novelista no se lo gasta todo en la primera frase! Kafka es un icono atractivo, como el Che, pero poca gente le ha leído… (ABC, 2015)

Hay Premios y “premios”

No como el Nobel, que a veces no sabes qué pinta allí algún premiado, porque la mitad no sabes quiénes son y te preguntas por qué se les ocurrió”, añade el escritor barcelonés. “El Cervantes, en cambio, donde pone el ojo, pone la bala… aunque quizá sea yo el principio de su descarrilamiento” (bromea ). (El periódico, 2016)

aplausosY lo último con una frase de una de sus obras (“En el misterio de la cripta embrujada”) donde expresa una sugerente metáfora de las palabras:

Las frases salían de su boca como pompas de las que las palabras eran sólo el revestimiento externo que, al deshacerse en sonido, dejaban al descubierto un volumen etéreo: el significado.

Y como ejemplo de su humor personal y en directo, aquí queda esta frase suya que me encanta:

Lo único que puedo asegurar es que en ninguna ocasión, ni siquiera en los más críticos bretes, he visto, conforme suele contarse, pasar ante mí mi vida entera como si fuera una película, lo que siempre es un alivio, porque bastante malo es de por sí morirse para encima morirse viendo cine español.

Y ahora, a leer algo suyo… pero no olvidéis prepararos a reír a carcajadas como con algunos de los libros mas divertidos del planeta.

 

Magistrado especialista de lo contencioso-administrativo en el Tribunal Superior de Justicia de Asturias. Doctor en Derecho por la Universidad de Salamanca (Premio INAP 2019), y numerario de la Real Academia Asturiana de Jurisprudencia de Asturias. Caballero con Encomienda de la Orden de Alfonso X el Sabio (2019). Responsable del influyente blog jurídico: https://delajusticia.com y de la bitácora vitalista https://vivoycoleando.com/ Humanista, jurista y amigo de sus amigos.

2 comments on “Claves sorprendentes del mundo literario, según Eduardo Mendoza

  1. Pingback: Frases memorables del discurso de Eduardo Mendoza – Vivo y Coleando

  2. Muy buen artículo. Tuve la suerte de poder asistir a una conferencia que dio en Vigo tras ganar el Premio Planeta. Recuerdo que pedí libre en el trabajo para poder asistir. He leído todos los libros de Mendoza. Me encanta. De hecho, él fue mi inspiración para escribir mi novela de humor, publicada aquí en Amarante.

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