La imagen que tenemos sobre el Salvaje Oeste es, fundamentalmente, una imagen idealizada. Lo cierto es que cuando uno se sumerge en las vicisitudes de aquella época y aquel contexto histórico, se da cuenta de que dicha percepción está, en efecto, distorsionada por el prisma del tiempo y por la particular mirada de nuestra sociedad actual. Novelas como Pequeño Gran Hombre, de Thomas Berger, o películas relativamente recientes como Valor de ley, de los hermanos Cohen, son una clara muestra de la perspectiva poética y lírica desde la que contemplamos el Wild West. La balada de Buster Scruggs, también de los Cohen, es otro claro ejemplo de este ambiente embellecido; en este último caso, además, hay presente una gran dosis de humor.
Cuando el oro aprieta también es una historia cargada de humor; pero una historia que, en todo momento, pretende transpirar sentimientos nostálgicos y poesía, y para lograrlo se nutre de esa imagen idealizada anteriormente mencionada sin intentar huir de ella.
En esta aventura ferozmente divertida, un bandolero sevillano huye a América atraído por la fiebre del oro de 1.849. Una serie de disparatados contratiempos lo llevan hasta el remoto pueblo de Sinner Horn. Entre un elenco de variopintos personajes y siempre acompañado por las travesuras de un niño, se verá obligado a investigar unos extraños sucesos que están perturbando las rutinas del Salvaje Oeste. Con el peso de la nostalgia sobre sus espaldas, puede que únicamente en la resolución de dichas intrigas se encuentre su billete de vuelta a las añoradas tierras de las que procede.
Es precisamente la figura bucólica del bandolero (figura similar al clásico cowboy americano) la que transmite, a través de su lenguaje y sus vívidos recuerdos sobre las tierras y costumbres que ha dejado atrás… repito, es precisamente el personaje principal del libro quien, hablando en primera persona, otorga a la historia una atmósfera poética que, al mismo tiempo, está repleta de situaciones cómicas.
Esta narración no tiene más pretensiones que erigirse como un divertido paladín del humor. El lector, sin embargo, podrá disfrutar también, por descontado, de un sinfín de refranes antiguos, dichos populares, poemas o incluso palabras en desuso que brindan al texto una esencia muy personal.
Cuando el oro aprieta es mi primera novela. Anteriormente he publicado, en 2015, Piel de hojalata, un relato en narrativa lírica.
Björn Blanca van Goch
www.poetadeboquilla.com
@poetadeboquilla
Disfruta de la última novela de Björn Blanca van Goch cargada de humor
Me ha encantado la presentación que haces de tu libro. Espero que estés preparando otro. Por cierto, en Babelio van a realizar una lista con los libros más divertidos. Yo he argumentado el tuyo, espero que slga en la lista y sirva de publicidad añadida. Te lo mereces. Un abrazo,
Beatriz