Un 4 de marzo de 1678 nació en la ciudad italiana de Venecia uno de los grandes músicos del barroco, Antonio Lucio Vivaldi. Apodado como Il prete rosso por ser sacerdote y pelirrojo, Vivaldi queda en la historia como compositor, violinista, profesor, sacerdote católico e impresario (un oficio que venía a desarrollar las labores de representante artístico o productor televisivo).
Una de sus obras más populares es la serie de conciertos para violín y orquesta conocida como Las cuatro estaciones. No hay que obviar que solo es una muestra de su vasta creación, pues llegó a crear unas 770 obras entre las que se encuentran alrededor de 46 operas y más de 400 conciertos, género por cierto que innovó con respecto a su estructura formal y rítmica. Su estilo fue precedente para los compositores más jóvenes que lo seguían y admiraban por su gran maestría, como fue el caso de Johann Sebastian Bach.
En 1786 nació en Tarragona, Agustina Raimunda María Saragossa Doménech, más conocida como “Agustina de Aragón”.
A los 17 años se casa con Juan Roca Vilaseca, cabo de artillería y causante en parte de que Agustina haya quedado en la historia como la guerrera que fue. En plena Guerra de la Independencia se mudan a Zaragoza, su marido había sido destinado allí, durante los asedios conocidos como los Sitios de Zaragoza. Se puede decir que el azar jugó un gran papel y ella puso todo de su parte para que quedara en la historia de España como toda una heroína elevada a la categoría de mito. Fue casual que ella se acercara al lugar donde las tropas españolas peleaban con las francesas, para llevarle la comida al marido, y que al llegar allí descubriera que el artillero había sido asesinado y no había nadie al cargo del cañón. Ni dudó por un segundo en arrebatar de la mano del difunto artillero la mecha que aun tenía agarrada, haciendo que las tropas de Napoleón huyeran ante los cañonazos que Agustina les regaló. Se dice que en pleno campo de batalla el general Palafox felicitó a la mujer por su valentía y patriotismo, concediéndole el distintivo de subteniente con los escudos de distinción en los que se podía leer el lema de: “Defensora de Zaragoza” y “Recompensa del valor y patriotismo”. Agustina fue apresada por las tropas francesas, pero siempre logró escapar. No fue un disparo ni ninguna otra herida de guerra lo que causó su muerte, sino una bronconeumonía la que la dejó sin vida a la edad de 71 años.
A un año de terminar año y siglo, nació en Málaga Emilio Prados Such, era el año 1899. Poeta perteneciente a la Generación del 27 es en las tertulias del Café Inglés donde se codea con otros poetas como Manuel Altolaguirre, José Moreno Villa, José María Hinojosa o José María Souvirón. Su vida y su trayectoria profesional se ven irremediablemente afectadas por la Guerra Civil y su posicionamiento al lado del bando republicano, motivo por el cual una vez acabada la guerra se ve obligado a exiliar a Méjico, país donde le llega la muerte en 1962.
Sus letras teñidas de vanguardismo sufren el peso de tres etapas diferenciadas: la etapa republicana, la Guerra Civil y el exilio.
Memoria del olvido (Emilio Prados)
Yo me he perdido porque siento
que ya no estoy sino cuando me olvido;
cuando mi cuerpo vuela y ondula
como un estanque entre mis brazos.
Yo se que mi piel no es un río
y que mi sangre rueda serena;
pero hay un niño que cuelga de mis ojos
nivelando mi sueño como el mundo.
Cuando mi rostro suspira bajo la noche;
cuando las ramas se adormecen como banderas,
si cayera una piedra sobre mis ojos
yo subiría del agua sin palomas.
Yo subiría del fondo de mi frente
hasta habitar mi cuerpo como un ídolo;
hasta brotar en medio de mi carne
otra vez sobre el mundo sin cigüeña.
Pero el Japón no tiene más que un niño
y mis ojos aún suenan bajo la luna.
cuando se seque el viento entre las flores,
así terminaré mi olvido.
El personaje que ocupa el siguiente lugar en las efemérides de los nacidos un 4 de marzo, no es reconocido como un artista ilustre, ni tampoco por haber realizado ninguna hazaña importante por lo que se deba recordar. Fue la naturaleza en sí la que, actuando sobre su cuerpo, ha conseguido que Adam Rainer sea recordado como caso curioso en la historia. Nació en Austria en 1899 y toda su notoriedad se basa en su estatura, pues es el único caso de humano en el que se dio enanismo y gigantismo. Así pues si a los 21 años medía 1,18 metros, un tumor en la hipófisis, la glándula del crecimiento, disparó las hormonas logrando que diez años más tarde midiera un metro más. Murió postrado en una cama con 51 años y una altura de 2 metros y 34 centímetros. Su caso fue registrado en el libro Guinnes de los récords como la estatura más variable.
En 1952 nació en Turín, Italia, el cantautor Umberto Tozzi.
Comienza su carrera artística a los 16 años formando parte del grupo Off Sound. Pero el éxito no le llegaría hasta el año 1977 con la canción “Ti amo”, al que siguieron otros temas que lograron ser número uno en venta como “Tú” o “Gloria”.
En Honduras nació Berta Isabel Cáceres Flores, sin saber con seguridad el año de nacimiento pues se duda entre 1971, 72 o 73. Fue una líder indígena lenca, comunidad mesoamericana que habla varias lenguas y ocupa los territorios de Honduras y de El Salvador desde tiempo precolombinos. Su implicación con la defensa del medio ambiente le viene asociado a la figura materna, Austra Bertha, partera, enfermera y alcaldesa, quien dio amparo a muchos refugiados de El Salvador durante la guerra civil de ese país.
Cofundó el COPINH (Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras) para luchar por los derechos de su pueblo, los lencas y por ello recibió el Premio Medioambiental Goldman, máximo reconocimiento mundial para activistas de medio ambiente. Mucho fue lo que luchó para lograr avances en el tratamiento hacia el medio ambiente y mucho consiguió, tanto que debió convertirse en una amenaza o en un fastidio para aquellos a quienes perjudicaba con sus actividades, siendo asesinada el 2 de marzo de 2016.
Disfrute con las obras de Isamar Cabeza
0 comments on “¿Quién nació un 4 de marzo?”