Érase que se era,
Ró,
una niña,
fina,
y pequeña,
con ojos perdidos,
en un sueño divino,
de azul, de amor,
de arándanos…
Vivía en una casa,
dentro del denso bosque,
relleno de pinos,
y conos,
donde palomas,
vuelan y se posan…
Jugaba durante el día,
al lado del azulado océano,
y se quedaba horas,
sobre la arena,
observando,
el celeste cielo,
pensando que las nubes,
las movían ángeles,
en vez del viento…
Donde vivía,
un amigo tenía,
su fiel perro;
siempre merendaban,
pan tostado,
con arándanos,
y sus rostros,
de la mermelada,
se embadurnaban…
Ró soñaba por las noches,
con suaves plumas,
cayendo del azul cielo;
plumas de ángeles,
o de aves,
como caricias,
de terciopelo.
La tranquilidad es celeste,
celestial,
ahí donde se encuentra, el sol,
la luna, las estrellas, el más allá…
Tierno,
dulce,
como el olor,
de gotas de lluvia,
el azul,
sabe a calma.
Hermoso me encanto. Lleno de amor
Muchas Gracias Justicia hermosa!
Eres azul,como el celeste cielo.!!
Muchísimas gracias por tus palabras, hermosa ! ❤️❤️❤️❤️❤️😘😘😘😘🌟🌟🌟🙏🙏🙏😇😇😇😇🍁🍁🍁🍁
Por qué será que siempre que te leo más convencida estoy de que la poesía (tu poesía) me eleva al cielo. Bellísimo, Carlota.
Gracias Laura linda! Muchísimas! Es un placer y un honor conocer a un sol como tu ! Tu poesía es bella!!! Tu escritura es bella! Hermosa!