Marivi Portada - De pintar a la acuarela: la mirada sensible de María Victoria Pascual Jiménez - Acalanda Magacín
Redactores Arte José Antonio Hernández de la Moya Opinión Pintura

De pintar a la acuarela: la mirada sensible de María Victoria Pascual Jiménez

Una exposición repleta de sutileza y transparencia emocional, espiritualidad silenciosa, armonía, serenidad y búsqueda interior.

Video exposición: Por amor al arte….de pintar a la acuarela

En la pequeña localidad de Muñogalindo, en la provincia de Ávila, la galería de arte Colección Amblés abrió sus puertas el pasado 2 de agosto para acoger la exposición “DE PINTAR A LA ACUARELA”, una muestra íntima y luminosa de la pintora autodidacta María Victoria Pascual Jiménez. Con 39 acuarelas que dialogan entre la tradición del realismo y una sensibilidad muy personal, la artista invita al espectador a detenerse, mirar y sentir.

Mujer de pie en la entrada de la galería de arte Colección Amblés, vestida con un vestido negro y un collar rojo, sosteniendo un bolso rojo.
María Victoria Pascual Jiménez

Vinculada desde siempre al paisaje y al espíritu de Muñogalindo, María Victoria ha encontrado en este entorno no solo la inspiración, sino también el espacio vital donde su pintura cobra sentido. Cada una de sus obras refleja ese arraigo sereno, donde la precisión del detalle nunca sofoca la emoción, sino que la sostiene con delicadeza. No es casual que sus referentes sean maestros del realismo sensible como Antonio López, su mujer María Moreno y Carmen Laffón, artistas que han sabido captar la belleza silenciosa de lo cotidiano.

En esta exposición, María Victoria demuestra que la acuarela, lejos de ser un medio menor, puede convertirse en un vehículo de profunda expresión cuando es abordada con paciencia y respeto. Las transparencias, las sutilezas cromáticas y la vibración de la luz en sus cuadros revelan una artista que, sin artificios, busca la verdad del instante.

Cuatro acuarelas que representan un jarrón con flores, una sombra proyectada de una taza, una caricatura de un burro y un paisaje con árboles de abedul.

La exposición «De pintar a la acuarela» supone para María Victoria Pascual Jiménez una primera toma de contacto con el visitante local, una invitación a conocer su obra y su evolución como pintora autodidacta. Para esta muestra, la artista ha reunido una selección de 39 acuarelas realizadas desde el año 2020 —el año del Covid— hasta junio de este año 2025, fruto de su constante aprendizaje y exploración personal. Sin embargo, su propósito es seguir profundizando en el alma de Muñogalindo, trabajando en futuras series de paisajes, calles y elementos típicos de la localidad, que reflejen con mayor detalle la esencia del pueblo. Esta exposición, por tanto, es solo el comienzo de un proyecto artístico más íntimo y enraizado en su tierra.

Visita a la galería de arte Colección Amblés en Muñogalindo durante la exposición 'De Pintar en Acuarelas', con varios visitantes observando las obras.

Para conocer mejor su proceso creativo, sus inquietudes como pintora autodidacta y el significado que esta exposición tiene para ella, he conversado brevemente con María Victoria Pascual Jiménez (Mariví para los amigos). En esta entrevista me habla de su trayectoria, de cómo la acuarela se ha convertido en su lenguaje artístico, de su faceta espiritual y de su deseo de plasmar en futuras obras la esencia de Muñogalindo, el pueblo que lleva permanentemente siempre en su corazón y fuente para ella de inspiración.

PREGUNTA: ¿Cómo definirías tu obra?

RESPUESTA: Mi obra son acuarelas, un arte pictórico que yo descubrí cuando me jubilé. La técnica la aprendí de Esperanza Martín, una experta colaboradora de la Cruz Roja en Madrid, llena de entusiasmo y de vida y con una voluntad inquebrantable de ayudar a todo el mundo. 

PREGUNTA: ¿Fue fácil para ti iniciarte en este arte de la pintura en acuarela?

RESPUESTA: No. Al principio me costó mucho la acuarela. Es un medio muy sensible a la humedad, así que cuando empecé me costaba controlar la cantidad de agua que se utiliza en cada capa. Además, la acuarela es un medio que no permite fácilmente la corrección de errores. Yo creo que la clave para dominar esta técnica está en la paciencia y la práctica, si quieres lograr los resultados deseados. 

PREGUNTA: ¿Tú eres una pintora autodidacta, verdad, Mariví?

RESPUESTA: Bueno yo estudié Artes y Oficios. Allí aprendí fotografía, carboncillo, mancha. Luego me he formado con profesores particulares. He asistido asiduamente al Círculo de Bellas Artes de Madrid, trabajando con desnudos y movimientos. 

PREGUNTA: Si tuvieras que realizar una carta de presentación, ¿Cómo lo harías?

RESPUESTA: Soy María Victoria Pascual Jiménez. Nací en Muñogalindo hace 73 años. Tengo en este pueblo abulense unas raíces muy profundas pues aquí han nacido mis abuelos, padres, mis hermanos. Aunque yo me he desenvuelto en Madrid desde los diez años, indudablemente mis raíces son de aquí. 

PREGUNTA: Me has comentado que para tí la pintura con acuarela es una especie de autoterapia.

RESPUESTA: Sí, para mí la acuarela no es solo una técnica artística, sino una forma de vida. ¡La acuarela me ha salvado de todo!.

PREGUNTA: Para finalizar esta entrevista me gustaría que me hablaras de una faceta tuya menos conocida: la esotérica y espiritual. ¿Cuándo y cómo surgió?

RESPUESTA: Surgió a los treinta y tantos. En esa época yo estaba sufriendo una especie de “crisis existencial”. Como nada nos viene por casualidad, recuerdo que durante un viaje en tren conocí a una madre y una hija. En un momento, sin saber por qué, este tren se paró y la madre le sugirió a su hija que, para dominar su inquietud, practicara una técnica de relajación. Fruto de mi curiosidad, me explicaron que esta relajación se basaba en las famosas técnicas de relajación y visualización del Método Silva de Control Mental. Luego les pregunté cómo podía iniciarme en esta metodología de control mental. Esta experiencia consiguió dar un giro radical a mi vida, basada en el crecimiento personal y la espiritualidad. Ahora, con la perspectiva que me ha dado el tiempo, he podido comprender que la mayoría de las dificultades por las que atravesamos los seres humanos surgen por nuestra desconexión con nuestra esencia. 

Acuarela de flores en un jarrón, destacando tonos lilas y verdes sobre un fondo suave.

Por este motivo, creo que mis acuarelas hablan de una parte muy íntima de mí misma: de mi dedicación silenciosa, mi amor por la belleza sencilla y mi deseo permanente de conexión con lo espiritual. 


La exposición “De pintar a la acuarela» —repleta de sutileza y transparencia emocional, espiritualidad silenciosa, armonía, serenidad y búsqueda interior— de María Victoria Pascual Jiménez se podrá contemplar durante el mes de agosto en la galería de arte COLECCIÓN AMBLÉS, de Muñogalindo (Ávila). Es el reencuentro con sus raíces, un primer paso de una artista que, con humildad y sensibilidad, quiere devolver a su pueblo todo lo que le inspira.


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