Hace unos días recibimos varios mensajes directos de El New York Times (NYT), en el que nos anunciaban que suspendían el NYT en Español como un sitio autónomo. Literalmente, se acaba su experimento lanzado en 2016.
Nota íntegra del fin del New York Times en Español
https://www.nytimes.com/es/2019/09/17/espanol/una-nota-para-nuestros-lectores.html
Si bien el sitio Español atrajo a una considerable nueva audiencia hacia nuestro periodismo, y produjo regularmente artículos de los cuales estamos orgullosos, no demostró ser financieramente exitoso.
Nuestra estrategia ahora se enfocará en hacer llegar a una audiencia global nuestro informe de las principales noticias, a través de un modelo de suscripciones.
The New York Times – 17 de septiembre de 2019
En el siguiente mensaje recibido añaden
https://www.nytimes.com/es/2019/09/17/espanol/america-latina/nytimes-en-espanol-historias.html
Aunque se trata de una decisión basada en consideraciones comerciales que nos entristece profundamente, estamos orgullosos de haber producido, editado y publicado en tan poco tiempo una de las mejores páginas del periodismo en español.
The New York Times en Español – 17 de septiembre de 2019

Estas comunicaciones chocan con la información publicada hace unos meses
El sólido crecimiento del negocio digital permitió al grupo editor del The New York Times cerrar el ejercicio con unos ingresos de 1.675 millones de dólares.
El País – 8 de febrero de 2018
Ahora vienen las explicaciones de porqué con el viento en contra, sin publicidad institucional y sin suscripciones de pago, Acalanda Magazine sigue apostando por contenidos culturales de calidad, libres y accesibles. Quizás la razón sea que aquí el enfoque es distinto, pero también que hay muchos enfoques puesto que son muchas las colaboraciones en Acalanda Magazine, así que vamos a hacer un listado de razones donde cada uno escriba las que considere. ¿Qué nos mueve a seguir adelante?
- Creo firmemente en la información cultural. Necesitamos consumir cultura, como profesionales y como ciudadanos de a pie. Ir al cine, visitar museos, acudir a conciertos o al teatro alimenta el alma y nos permite disfrutar más de la vida. Y no solo lo digo yo. También lo asegura un estudio realizado recientemente en la Universidad de Ciencia y Tecnología de Noruega, según el cual el consumo de cultura mejora incluso nuestra salud.
- Apostemos por ella. Hagamos de la cultura un contrapoder. Hay mucha gente con ideas renovadoras y llenas de talento dispuestas a ofrecernos su mejor versión para descubrir otras maneras de contar las cosas y de interpretar el mundo.
- Necesito Información Cultural. La Cultura me da sensación de Libertad.
- Me ahogo con tanta banalidad en las redes sociales y sistemas de mensajería.
- Estoy siempre buscando. Me gusta encontrar nuevos puntos de vista, ideas, pensamientos, sensaciones y comentarlas con sus autores.
- Quiero rodearme de personas que tienen interés por escuchar, pensar, estudiar y realizan el esfuerzo de crear una obra.
- No entiendo un nuevo día, sin sumergirme en una o varias nuevas historias con las que sentir, disfrutar, aprender.
- Acalanda Magazine me entretiene y… ¡Me divierte! La Cultura es un bien Universal.
- Los editores nos dejamos la piel día a día para anteponer la cultura, la difusión y la libertad de prensa y edición contra la realidad de la economía, pero a veces lo crematístico nos puede. Nuestras condolencias y solidaridad a cualquier medio que tenga que verse en esa tesitura.
- De Machado aprendimos que “La poesía es palabra esencial en el tiempo”. También, indudablemente, la palabra es legado. La cultura, nuestra mejor manera de acercarnos al mundo de las Ideas. De saborear las mieles. Acalanda, de nombre leve, potente y femenino, ave de papel cargado de letras. Nuestro mayor agradecimiento por tanto.
- La cultura es indispensable para lograr una evolución personal que nos va a llevar sin duda a ser mejores personas.
- La historia nos aporta autores que han aportado valores indispensables para el desarrollo de la humanidad, que han influenciado con sus letras positivamente y que es justo darles reconocimiento y homenaje para ensalzar los valores por los que lucharon toda su vida.
- Acalanda es un punto de partida para muchos autores noveles que encuentran en ella una plataforma donde darse a conocer, tanto ellos como sus obras.
- Acalanda es un excelente nexo que se brinda al lector para compartir lo más novedoso en cuanto a literatura se refiere, en ella podemos estar al día de las últimas tendencias literarias, los géneros más prolíficos de la actualidad y en general una valoración de nuestra sociedad actual.
- Acalanda Magazine tiene que existir por la misma razón que protegemos Groelandia: por ser un espacio de libertad, puro, donde se mantienen valores y donde brota la inspiración de los escritores y la avidéz de los lectores. Ni los libros ni la naturaleza deben extinguirse y Acalanda Magazine contribuye a que el calentamiento tecnológico global no acabe con ese sencillo medio para viajar placenteramente, que es la lectura.
- Me gustan las noticias de cultura porque cada una ofrece la posibilidad de descubrir nuevas historias, distintos autores/as, diferentes paisajes, innumerables sensaciones… un sinfín de ideas y personas que frecuentar y con las que mejorar la vida cotidiana.
- Cuando un joven, o sus padres, me solicitan orientación formativa y/o profesional, siempre les digo que lo mejor que pueden darles a sus hijos es una buena base en humanidades, luego ya edificaremos la tecnología y, si es el caso, llegaremos a la innovación.
- Acalanda Magazine conjuga esa base humanista con la actualidad literaria y cultural que realmente nos convierte en personas de valor.
- Acalanda o la esperanza de lo inesperado, creer que hay un camino intermedio entre la oferta de revelarse y la propuesta de rebelarse. O puede que al igual que no existe el Amor sino los amantes, otro tanto ocurra con la Cultura. Cuando todo asemeja ser monotonía, conviene cambiar las cosas partiendo desde infinito.
- Disfruto con Acalanda Magazine porque es un medio que apuesta por la cultura en sentido amplio incluido hasta el ajedrez.
- Acalanda Magazine es tan necesaria como el aire que respiramos. En una sociedad donde se lee se adquiere un espíritu libre y una conciencia que nos permite discernir y no someternos al dictado de los políticos como simples borregos. Leamos y vivamos con un libro entre las manos para sentirnos libres y con espíritu crítico.
- Aunque resulte paradójico, cualquier espacio de libertad, en estos tiempos, está destinado a convertirse en un espacio protegido. Quizás porque la cultura, como la salud del planeta, está comprometida y necesita una entrega generosa y gratuita a su causa. Resulta gratificante saber que quedan espacios como Acalanda Magazine donde esa libertad no está sujeta a tutela ideológica o financiera, que en estos tiempos viene a ser lo mismo, ni sometida a la banalidad de quienes prefieren convertir esa cultura –esa libertad– en una impostura.
- ¿Por qué respiras? ¿Por qué la tierra es redonda? ¿Por qué el cielo es azul, y se refleja en el mar haciendo que parezca del mismo color? ¿Por qué me muero por dentro si no grito? ¿Por qué escribo? ¿Por qué no sé vivir sin esta droga llena de letras? ¿Y por qué no?
Salvador Martínez – Salvatwitts
- Estamos rodeados de Cultura.
- Casi nunca la vemos, pero está ahí. Está en un libro, en una película, en una canción, en un cuadro, en un simple dibujo.
- Sus autores crean para nosotros sensaciones, vivencias, nos muestran su alma que a menudo es también la nuestra. Pero no lo vemos, es la ceguera de una vida con demasiadas prisas, de objetivos a corto plazo y de supervivencia.
- No hay tiempo para hacer introspección, somos nuestros propios prisioneros y hemos olvidado que la Cultura es Conocimiento y que éste, conduce a la Libertad.
- Es inquietante que una revista cultural se pregunte a sí misma ¿y por qué? En principio parece innecesario ese interrogante ya que la cultura, entendida como esos lenguajes y expresiones que suponen un cultivo de nuestra humanidad, no requiere ninguna razón ulterior. Desde hace unos 70.000 años nuestra especie sucede culturalmente. Sin embargo, esa pregunta es oportuna y desveladora. Ponerse al servicio de la difusión de la cultura es una tarea de enorme responsabilidad porque, en el fondo, es como ponerse a trabajar para que nos emocionemos y para que no nos sepulte la ignorancia. Nuevas iniciativas como Acalanda son necesarias, pues se dirigen a algo muy preciado para cualquiera: el tiempo de ocio, que es un tiempo para recomponernos, aliviarnos, divertirnos.
- Acalanda Magazine mantiene los sueños, las maravillas, el alma, los pequeños detalles, el pasado y… ¡el futuro artístico vivo!
- Hay que seguir adelante con Acalanda, y otras publicaciones de análoga naturaleza, porque lo poderoso (tampoco hace falta ser un lince para percatarse) porta en su esencia el dominio, el avasallar… Pero más si esperas quieto.
- Necesitamos espacios como Acalanda… Pequeños reductos numantinos que, aun sabedores de su liviana entidad frente a estos Goliats del capitalismo y su implacable dios del beneficio, sigan haciendo oscilar esa honda que quizás no los derribe pero que, al menos de tanto en tanto, incruste una china en su ojo. Quien, con solo contemplar el fastuoso aparato del ejército adversario, relaja del todo sus brazos, ya se ha dado por vencido. La cultura no puede ni debe ser todo aquello que más vende, o aquello que más resuena. O por lo menos, no solo eso.
- Desde aquí mi enhorabuena para aquellas Acalandas que, aun sabiendo que una honda, una humilde y frágil honda, es su entera impedimenta, no se rinden.
- Si algo tenemos en común es la cultura, seamos de donde seamos, un instrumento que nos hace avanzar hacia el futuro, crecer como personas y mejorar como sociedad.
- La cultura puede no cambiar el mundo; pero sin lugar a dudas es la herramienta para hacerlo mucho mejor, por la libertad en su búsqueda de la verdad, de la forma más bella. Acalanda Magazine entiende de la riqueza que nos hace humanos y por tanto medrar hacia horizontes diversos y en continua expansión; ese es el auténtico capital que enriquece a las personas y el que debe primar.
- Difundir cultura logra fines económicos, de bienestar y libertad, si se apuesta por proyectos como Acalanda: un manantial de emociones de gran capital cultural.
- Acalanda Magazine es un lugar en el que parar a reflexionar. Donde entras para leer y perderte y terminas encontrándote. Es también una oportunidad de conectarse con diferentes personalidades y maneras de pensar. De crecer, de enriquecerse. Es, en cierto modo tender la mano al diálogo, ofrecer un punto de salida que lo propicie.
- Lleno mi cuerpo de cicatrices, tomo la pluma entre mis dedos y cuento en qué caminos he andado. Abro la ventana y tú me observas detenidamente y te miras mirándome sin saber que lo haces y entonces comprendes que tus cicatrices son las mías. Lo comprendes y abres nuevamente los ojos con otra forma de entenderte.
- Tú y yo estamos atados a las mismas cicatrices, pero sin mi pluma, jamás te hubieses percatado.
- Cuentan que Sócrates, mientras le preparaban la cicuta, practicaba con su flauta una determinada melodía. Cuando le preguntaron que para qué aprendía esa melodía, él respondió: “Para saber esta melodía antes de morir”. ¿Debe haber acaso un motivo último para escribir, una razón para compartir ideas? ¿Es que es necesaria una finalidad materialista? Acalanda Magazine es un paladín de saberes artísticos (literatura, cine, música, fotografía…), y el arte, si de verdad es arte, no tiene otra utilidad que la de servir gratuitamente al espíritu del hombre.
- La información debe ser de acceso gratuito y al alcance de todos los interesados. En el mundo globalizado actual, tratar de restringir el conocimiento a la capacidad adquisitiva del lector es un atentado a la integridad del progreso humano. Además, como lo ha demostrado el tiempo, es un ejercicio en futilidad.
- Acalanda es uno de estos portales. Un punto de entrada para mentes inquisitivas y curiosas, deseosas de aprender, de descubrir y de escuchar voces autorizadas en temas diversos. A su vez, es un punto de salida para escritores que desean trasmitir su mensaje. Un pizarrón digital abierto al mundo, que les permite mostrar sus obras, textos e ideas. En algún punto, lector y escritor se encontrarán, beneficiándose ambos del intercambio y, como las ondas en un lago, extendiendo su efecto a otras esferas, cuyos resultados solo el tiempo dirá.
- Sin viento en contra no se pueden volar cometas. Despliega la tuya, es hora de emprender el vuelo.
- Acalanda es una ventana abierta de par en par, desde donde uno puede escuchar caer el sonido de la lluvia y empaparse de una cultura que va más allá de la propia actualidad.
- Dentro de esta comunidad de vecinos en la que cada uno es dueño de su espacio, se asienta una reunión de amigos como si se tratara de la hora del café, donde la información y la cultura tiene aún más sentido contrastando la opinión de unos con otros, y uno aprende que rodearse de gente interesada en la cultura, la literatura, la fotografía o el arte, te hace sentirte, si cabe, aún más humano.
- Si las mejores cosas de la vida son gratuitas… ¿por qué empeñarse en que la cultura no forme parte de ello si nosotros mismo somos lo que somos… gracias a ello?
- Acalanda te da la oportunidad de deleitarte con ello, y, haya o no café ese día, sentirte más humano.
- Tú pon el café, del resto se encarga Acalanda. Y por cierto… ¡no olvides tu cometa!
- Cuando preguntaba a mis profesores del colegio qué debía hacer para escribir, siempre me decían “lee”; cuando pregunté de nuevo en la universidad, me contestaron “lee”; cuando tuve delante a mis escritores referentes e ídolos, respondieron por tres: “lee, lee, lee”. Ahora, cuando me preguntan a mí, doblo la apuesta: lee, lee mucho, con locura, con pasión, desde las tripas. Pero, sobre todo, vive: de la lectura sacas la técnica, pero de la experiencia sacas el talento.
- No hay historias malas, ni una sola; lo único que importa es cómo la cuentes, qué ángulo le des, y la fuerza con la que creas en ella.
- Una vez alguien muy sabio me confesó el secreto para contar las mejores historias: “la única forma de ser universal es contar lo que tenemos más cerca”.
- Entrar en Acalanda es como abrir la puerta de un bar a las tres de la mañana y que esté lleno de gente extraña empeñada en contarte algo muy importante. Tú les saludas amablemente, incapaz de decir nada, abrumado por tanto reclamo. Llegas a la barra y resoplas; solo querías una cerveza. Pero a tu lado se ha sentado alguien que empieza a relatar cualquier cosa, quizá la vida del maestro Churriguera o el porqué de la concavidad de las cucharas. Y entonces le escuchas y descubres que, esa persona, como tú, tiene sus inquietudes; así que acaba interesándote. Cuando se calla, te mira atentamente: ha llegado tu turno. Te preguntas qué contar, cómo estar a la altura. Y en el preciso momento en el que lo decides, alguien, de nuevo, abre la puerta del bar.
Como veis donde un gigante abandona, los escritores de la Galaxia Amarante y sus Amigos continuamos haciendo camino, con la antorcha viva de la Cultura por bandera.

Añadir que domingo ya superamos en más de un 5% el número de visitas totales en el año pasado. Algo nos dice que no estamos solos y aceptamos encantados que nuestros lectores también nos añadan a través de los comentarios sus aportaciones y puntos de vista. Iremos recogiendo a continuación vuestras aportaciones.
- A Calanda puedes ir a tocar el tambor y el bombo, si te apetece. A Calanda se va a degustar buen melocotón, aceite, filosofía, buen cine, horizontes de tierra, cariño… A Calanda se va, si quieres, a vivir, que es de lo que se trata; aunque Calanda sea un pueblo pequeño de costuras azules como ese cielo suyo bajo el que sobrevive (con la cabeza bien alta, os lo aseguro).
- ACALANDA es parecido. Un lugar en tu elección; en donde puedes nutrirte, sofocarte, deslizar miserias, encariñarte y sobrevivir… Porque ACALANDA es un lugar que, si quieres, te puede empujar a soportar la bendita excusa de elegir… y yo quiero sentir el empujón.
- Por qué desaparece el proyecto del The New York Times. Es simple, porque no les interesa hacerlo mejor, no como A…CALANDA.
- La editorial es, de por sí, y por su naturaleza, uno de los paradigmas de actividad con gran componente de “responsabilidad social corporativa”. La actividad profesional pro bono es otra manifestación de servicio al interés general del sector privado. Acalanda Magazine es un ejemplo muy claro de cómo las empresas pueden contribuir al fomento de la cultura, a la divulgación del conocimiento y a la difusión de todos los valores que se presuponen en la lectura y en la palabra. Es un grandísimo honor sentirse parte de este proyecto.
- Tal vez la cultura sea el único resquicio que trate de alumbrar tanta confusión.
- La cultura, desde el punto de vista creativo, es la forma humana de superación de lo existencialmente vacío y de las ofensas reales o ficticias. Sería algo así como un mecanismo de defensa del alma o del espíritu o de lo vital o de lo que ustedes quieran contraponer a tanta realidad.
- ¿Por qué no entender la cultura como la pirueta humana para emular a Dios?
- ¿Todo es cultura? ¿Dónde está la frontera entre la cultura y la seudocultura? Algo tendrá la cultura que se remueve en la boca de los vendedores de humo que acaban por implantar sucedáneos de sus promesas.
- Estoy convencido de que mis modestos intentos por ampliar la cultura y participar de ella me han hecho crecer y ser mejor de lo que hubiera sido si no lo hubiera intentado; por lo tanto, entiendo que si socialmente la cultura es relevante, en el plano personal es parte indisoluble del ser humano.
- Dice el poeta bilbaíno Blas de Otero:
Si he perdido la vida, el tiempo, todo
lo que tiré, como un anillo, al agua,
si he perdido la voz en la maleza,
me queda la palabra.
Nos queda la palabra, que es una forma de dar sentido, de abrir las fuentes de la vida en una época de negacionismo del valor de la cultura. Necesitamos razones para vivir, y eso no se encuentra en los presupuestos para la guerra ni en el mercado.
- La existencia de un espacio de luz, hecho de palabras, es el que nos salva de las perpetuas oscuridades del pensamiento. Entre sus huecos el arte de la frase, el verso, la mirada, el silencio, hacen un collage que embriaga los sentidos. Nos sirve de barca entre las orillas de lo soñado, y las costas de lo pretendido. Hacer pervivir este lugar, para pintar de creatividad nuestro tiempo, dará color a las retinas que se posan en lo imaginado. Que las voces no se vuelvan quedas y lúgubres. Que tengan este su lugar para vibrar.
- Porque alguien tiene que hablar de todo esto y de todos nosotros, los locos escritores. Cada día entro en mi estudio, me siento, me levanto, escribo tres líneas, cuatro. Me concentro y dejo que mis dedos traduzcan la energía del pensamiento. A veces escribir es como subirse a un potro salvaje, hay que dominarlo, pero sin robarle su carácter. Es un desafío gigantesco. Trotar en la oscuridad siguiendo un sueño, la tierra apenas se vislumbra y sólo algún farolillo en la distancia indica el camino. Las bestias se relamen a tu alrededor y el cansancio, a menudo, pesa. A pesar de todo ello, escribir es un hermoso juego. Una noble pasión. Ante el papel en blanco somos recios aventureros explorando las tierras vírgenes de nuestra imaginación. Y después de tanto trajín, necesitamos que alguien hable de ello, de nosotros, los locos escritores y nuestro oficio.
- Las noticias culturales son como un bálsamo en un mundo de noticias desalentador. Nos abren a la actualidad literaria y con ella a la posibilidad de elección, a tener opinión propia lo que conduce a la Libertad.
- Si Acalanda Magazine sigue en la brecha pese a la falta de ayudas, lo que la mueve a seguir adelante, no es otra cosa, que la pasión por la cultura.
- ¿Qué somos sin la cultura? No somos nada. Estaríamos vacíos de contenido, seríamos anodinos. Por eso Acalanda Magazine debe seguir existiendo y creciendo.
- La cultura nos refuerza y nos hace libres, autónomos en nuestro pensamiento y felices en nuestro ser. Acalanda Magazine contribuye a lograrlo.
- Porque con ella viajamos al pasado y al futuro, nos deleita con sus notas, nos ilusiona con sus pinceladas. Nos llena los vacíos que la vida nos deja y es el mejor medicamento neurológico hasta ahora descubierto. No podemos pedir más; por lo que, debemos protégela y promoverla.
- Acalanda Magazine es una herramienta más en la consecución de estos objetivos; así que démosle la visibilidad y la energía que necesita, ya que redundará en nuestro propio beneficio.
- La Cultura es un bien público y para facilitar su uso y disfrute por toda la sociedad se hace necesario poner en marcha programas de difusión del patrimonio cultural. Es de agradecer la labor de Mecenazgo que Acalanda Magazine lleva a cabo para hacer que la Cultura, bien de naturaleza esencial y básica, sea más accesible a los ciudadanos.
- Es fundamental para una sociedad sana confiar en la cultura y apostar por ella. Si no favorecemos un contexto que permita su florecimiento, estamos abocados a perder el rumbo. Por ello, es muy importante que, en una época donde la cultura se ve opacada por otros caminos más inmediatos, si bien más vacuos, hacia el éxito, ponerla en valor, no olvidarla, y transmitir a las futuras generaciones el mensaje de que sin ella, no somos nada. La historia de la humanidad se ha cimentado sobre la cultura de muchos pueblos, y de nosotros depende dejar un legado digno del futuro.
- De lo que llamamos Cultura siempre he pensado que es importante en un sentido muy básico; porque “culturizarse” significa mapear el infinito, misterioso territorio de la vida personal y social. Al final es un problema de orientación; y orientarse no es una exigencia cualquiera, sino una exigencia biológica fundamental, más aún que la de comer. De hecho, si quieres comer algo, primero tienes que buscarlo, ¿verdad?… Entonces se trata de un impulso primario, y no de algo accesorio ó decorativo. El compromiso cultural satisface el hombre en su necesidad vital: le da pan y aire. Lo ayuda en su búsqueda, antigua y siempre nueva – tal vez imposible -, de la felicidad. Por eso Acalanda Magazine merece todo nuestro decidido apoyo: más o menos como el campesino que trabaja la tierra.
- Cuando se publica un artículo en Acalanda Magazine, mucha gente lo lee.
- Mientras leen el artículo, no roban, no matan ni delinquen en general.
- Si los lectores de Alcanda Magazine no pueden cometer fechorías por estar leyendo, el mundo es un lugar más bello y seguro para todos. No solo hacemos difusión de la cultura, estamos haciendo del mundo un lugar mejor.
- Acalanda Magazine divulga el Arte en todas sus formas y hacen falta medios como este que pongan esa diversidad cultural a nuestro alcance.
- Una información cultural que filtre todo lo que nos llega a través fundamentalmente de redes sociales, no solo es necesario sino imprescindible. A veces se entiende por cultura lo que no lo es. Cultura es, fundamentalmente y por encima de todo, crear. Es bueno tener un espacio de cultura donde se potencie a los creadores de cualquier faceta artística.
- Tradiciones, Arte, Literatura, Cultura… es lo que nos define.
- Cultura es derecho. Cultura es historia. Cultura es progreso. Cultura es patrimonio. Cultura es diversidad. Cultura es innovación. Cultura es identidad. Cultura es evolución. Cultura es arte. Cultura es unión… Cultura es Acalanda.
- Gracias por ser el vehículo de los que creemos en su defensa y promoción.

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El tiempo que se gaste en escribir y en leer, no se entretiene ni se aprovecha, que todo se malogra; y no obstante estas inutilidades y perdiciones, estoy determinado a escribir los desgraciados pasajes que han corrido por mí en todo lo que dejo atrás de mi vida.
Vida, ascendencia, nacimiento, crianza y aventuras del doctor Diego de Torres Villarroel, Madrid 1799, Imprenta de la Viuda de Ibarra
Como ya nos decía D. Diego de Torres Villarroel tenemos el encargo de transmitir el valor de la lectura y escritura, especialmente a las nuevas generaciones, y además entregarles nuestro conocimiento acumulado en vida.
Estamos seguros de que el esfuerzo merece la pena. Seguiremos trazando este bello horizonte juntos, muchas gracias a todos.
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ACALANDA es parecido. Un lugar en tu elección; en donde puedes nutrirte, sofocarte, deslizar miserias, encariñarte y sobrevivir… Porque ACALANDA es un lugar que, si quieres, te puede empujar a soportar la bendita excusa de elegir… y yo quiero sentir el empujón.
Por qué desaparece el proyecto del The New York Times. Es simple, porque no les interesa hacerlo mejor, no como A…CALANDA.