Francisco José Ojuelos participará mañana en la Jornada Divulgativa sobre Covid-19 y alimentación.
Como experto en derecho alimentario, Ojuelos analiza en esta entrevista algunos aspectos a tener en cuenta sobre la industria alimentaria en un momento de crisis global.
En una situación de pandemia como la actual, ¿qué debería preocuparnos como sociedad desde el punto de vista de la alimentación?
En relación al aspecto del que puedo hablarte, deberíamos preocuparnos por ser críticos con las fuentes de información: atender las recomendaciones de las autoridades sanitarias en cuanto a la garantía de suministro, seguir las instrucciones de fuentes institucionales de solvencia en cuanto a cuestiones de higiene y seguridad alimentarias y basar nuestra alimentación en las recomendaciones de los sanitarios, especialmente de aquellos que por normativa (Orden CIN/730/2009, de 18 de marzo, Ley 44/2003, de 21 de noviembre, de ordenación de las profesiones sanitarias, y Real Decreto 184/2015, de 13 de marzo, que establece el catálogo de categorías profesionales de los Servicios de Salud) tienen atribuida legalmente la realización de actividades orientadas a la alimentación de la persona o de grupos de personas, adecuadas a las necesidades fisiológicas y, en su caso, patológicas de las mismas, y de acuerdo con los principios de prevención y salud pública, que son los Dietistas-Nutricionistas. Si tuviera que resumir el consejo en solo un artículo, recomendaría No comas mejor, deja de comer peor, de Julio Basulto, un referente absoluto en nutrición (y para mí, también maestro de vida), compañero en la jornada.
Aunque el origen de la crisis no sea alimentario,¿es más complicado en tiempos de pandemia mantener los estándares de seguridad alimentaria?
El sistema de seguridad alimentaria que tenemos en España es excelente y no tengo noticia alguna de que se haya visto alterado su nivel de exigencia por la crisis de la epidemia. Respecto a la vía de transmisión alimentaria, los expertos y las entidades (como EFSA o AESAN) han dado mensajes claros. Una de nuestras compañeras en la jornada, Beatriz Robles, ha publicado excelentes materiales para el consumidor. No querría dejar de reconocer que en Salamanca contamos con un equipo referente absoluto en seguridad e higiene alimentaria, que lleva más de 20 años formado a profesionales y administraciones de todo España, el equipo de la Fundación Universidad de Salamanca dirigido por el Dr. Rafael J. García Villanova, el mayor experto en aguas de consumo humano que conozco a nivel mundial. Es un absoluto privilegio contar con Rafael en esta jornada, un honor en todos los sentidos, porque es maestro de muchos (entre los que humildemente me encuentro) en este ámbito.
¿De qué manera se ha tenido que adaptar la industria alimentaria?
Mi impresión es que la adaptación problemática está siendo la económica. Hay sectores (como el de suministro a la hostelería) que han visto cómo se cerraba radicalmente la vía de comercialización de sus productos. La pasada semana se han publicado para afrontar esta situación toda una serie de normas europeas destinadas a establecer ayudas al almacenamiento privado de estos excedentes. Luego está el futuro. Analistas como Michael Pollan han publicado estos días algún análisis de la situación en EEUU (The Sickness in Our Food Supply) que, mutatis mutandis, pueden servirnos para desvelar en qué medida la epidemia ha desnudado las carencias de los sistemas alimentarios. Por poner un ejemplo, resulta dramática la yuxtaposición entre dos imágenes que se han dado igualmente en España: las llamadas colas del hambre por una parte y, por otra, productores obligados a tirar su producción por los bajísimos precios.
La desinformación y noticias falsas que circulan a gran velocidad por la red se han convertido en un gran enemigo de la sociedad .¿Cuáles destacaría respecto a la alimentación?
En alimentación tenemos una situación que llevamos años denunciado en relación a la grandísima cantidad de mensajes promoviendo la alimentación malsana y a la relativización en torno a la relevancia de otra pandemia, silenciosa, que provoca, según estimaciones bien fundadas, en torno a 11 millones de muertes anuales. La OCDE estima que en España el sobrepeso reduce nuestro PIB la friolera de un 2,9% y pagamos, cada español, 265 euros adicionales cada uno para hacer frente a las patologías prevenibles que provoca la mala alimentación, las enfermedades no transmisibles o ENT. Se estima que la industria de la fast food (comida rápida o comida malsana) gasta 5 millones de dólares al día en EEUU en publicidad. Pero esa es solo una arista del problema: también gasta mucho en intentar establecer dudas respecto de las evidencias científicas contrarias a sus intereses. En relación a las bebidas alcohólicas, los doctores Miguel Marcos e Ignacio Novo, compañeros en esta jornada igualmente y miembros del Grupo Alcohol y Alcoholismo de la Sociedad Española de Medicina interna, pueden dar fe de los esfuerzos denodados que han de hacerse para desmontar el constantemente difundido mito de que algunos tipos de alcohol benefician la salud, mensaje éste que, por lo demás, está prohibido por el Reglamento 1924/2006 de la UE.
El sistema agroalimentario europeo, dependiente en gran medida de las importaciones, exportaciones, mano de obra extranjera, etc, se muestra más vulnerable a raíz de la crisis. A pesar de ello¿está garantizada nuestra seguridad alimentaria hasta que la situación se estabilice?
La seguridad alimentaria está garantizada. El sistema está bien construido: hay que protegerlo y hacerlo sostenible para los gastos asociados al mantenimiento de los estándares no se vea afectado. Ningún sistema garantiza un riesgo cero, es evidente, y el asunto reciente de la listeria es un buen ejemplo de una falla. A pesar de ellas, en España hemos llegado a un nivel de protección más que satisfactorio. Siempre pongo el mismo ejemplo: si comparamos las cifras de los problemas de salud asociados a los problemas de falta de seguridad (enfermedades de transmisión alimentaria o ETA) con los asociados a la alimentación malsana, podemos hacernos una idea de hasta qué punto nuestra seguridad alimentaria no es un problema, sino una garantía. Tal como otras las compañeras de esta jornada, la periodista Laura Caorsi ponía de manifiesto hace unos en un artículo, el problema de la mala alimentación sigue pareciendo un asunto baladí. En absoluto lo es.
Cada vez son más las voces que abogan por un consumo de proximidad que tenga menor impacto en el medio ambiente y beneficie más a los pequeños productores. ¿Qué se debería hacer desde las administraciones para fomentar estas prácticas?
Lo primero, hacer cumplir las normas. Tenemos normas pensadas para evitar las prácticas comerciales desleales en la cadena de suministro agrícola que los productores denuncian que no se están cumpliendo. También, es mi opinión, creo que los consumidores tenemos un papel importantísimo: si no nos preocupan las condiciones laborales en las que se producen los alimentos y no cuidamos el tejido local, no podemos esperar que nuestros sistemas sociales se mantengan. Las administraciones, el Estado, deben tomar la iniciativa, recuperar el impulso en ciencia, tecnología e investigación para que nuestras PYMES tengan acceso en condiciones de igualdad a todos los mercados a los que acceden las grandes multinacionales.
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Buenas tarde
Me parece estupendo que deje claro en su artículo , el hecho de que en nutrición debe asesorar personas tituladas. En eso, estamos totalmente de acuerdo. Pero, se ha olvidado de los técnicos superiores en dietética. Nosotros también podemos asesorar en nutrición. Nuestra titulación nos legitima a ello y la ley española.
Saludos cordiales
Hola Susana. Supongo que los técnicos superiores en dietética se engloban en Dietistas-Nutricionistas a los que aludía Francisco Ojuelos. Yo, al menos, así lo entiendo.
Gracias por comentar. Un saludo
Buenas tardes
Al titulo de formación universitaria se le denomina oficialmente Dietista-Nutricionista y al de Tecnico Superior en dietética se le denomina oficialmente Dietista.
Nuestra titulación existía primero y luego se creó el grado universitario. No es justo que nos ignoren.
Saludos cordiales
Buenas tardes, Susana. La respuesta no ignora a nadie y por eso dice especialmente,, no única no exclusivamente. Muchas veces he tratado la relación entre TSD y DN y he razonado mi parecer: puede consultar mis textos, muchos de los cuales son de acceso libre. Saludos y gracias por comentar.