Presentación
A principios del verano se presentó mi libro Un verano eterno. Tuvo lugar en la librería Imperio, un local lleno de encanto y muy acogedor en el histórico barrio de Ruzafa, en Valencia. El encargado de presentarme fue Javier Moya Calleja, antiguo colega mío y, además, amigo, guitarrista y compositor. No pude elegir mejor compañía. Javier escogió, con mucho acierto, las palabras de mi libro que más le habían marcado durante la lectura. Hizo así una especie de macrorresumen, condensando la cantidad de sentimientos que se transmiten en mi obra. Quiso recalcar también, como artista que es, la importancia de no guardarse la creatividad dentro de uno mismo, sino sacarla y compartirla.
Hablamos también, respondiendo a preguntas de mi compañero y del público asistente, de cuáles habían sido mis fuentes de inspiración, de cómo se había gestado el volumen (que no fue nada premeditado) y de mi continuidad como escritora. Algunos lectores quisieron compartir su propia percepción de la obra y, además, me pidieron que continuase uno de los relatos (el más largo y diferente a los demás) y lo convirtiese en novela. Fue una tarde en la que pude compartir cómo había sido mi proceso, la sorpresa que supuso ver mi obra publicada y quiénes me habían animado a ello. Además, recibí la retroalimentación de los asistentes, que tan importante es como creadora para aportar un poco de objetividad.
Crónica
Un verano eterno nunca estuvo planeado. No fue ningún proyecto. No ha sido un libro premeditado. Creo que es importante aclarar esto a la hora de leer el libro. Se trata de una recopilación de poemas y, sobre todo, relatos escritos a lo largo de varios años. Yo escribía sin intención concreta, a golpe de intuición, a base de impulsos creativos, de inspiración que venía de cualquier parte y en cualquier momento. No he sido de esas autoras a quienes la inspiración les pilla trabajando. Al menos no por el momento. El resultado es un compendio de historias cuyo hilo conductor es el amor y todas sus ramificaciones, y en las que el lector se verá reflejado en alguna ocasión. Ténganlo por seguro. Se podría decir que Un verano eterno es un recorrido por los sentimientos pasados, presentes y futuros, desde los más luminosos hasta los más oscuros, escrito con dulzura unas veces y crudeza otras. Un libro que no deja indiferente, que hace recordar, soñar y reír. Mi ópera prima.
Es imposible no sentirse identificada con los relatos de la autora. Son un viaje por lo sentimientos de cada cual, que si o si afloran en muchos de ellos. Impecable, cariñosa, dulce, cruda … Mini relatos que enganchan. Espero que siga escribiendo por que espero ansiosa su próxima publicación.