Un relato que trata sobre el estado que la ansiedad procura, con una lucha interna por perseguir los sueños, en la que el personaje se sobrepone para entrar en un estado de serenidad.
En este estado de incertidumbre en el que no podemos dar nada por asentado,
parece que la lección que debemos retener es el deleite, pausado y presente, de las pequeñas cosas que nos procuran agrado.