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Amarga la época en la que impera el silencio

Tiempo de silencio es una novela de Luis Martín Santos decisiva para entender la literatura española del siglo XX, en especial la de los años 60.

El autor murió trágicamente en 1964 en accidente de coche, dejándonos esta gran obra costumbrista y social, que se desarrolla en Madrid, en la tercera década de franquismo. Los personajes trabajan o colaboran en un laboratorio particular que experimenta científicamente con animales. La obtención y un accidente con los mismos es una cuestión dudosa y la clave del encuentro de los personajes, muy distintos entre sí.

La ciudad de Madrid es protagonista central de esta historia que conjuga ambientes refinados del centro con ambientes tétricos de chabolas insalubres, situados en la periferia de la ciudad.

La sociedad española de los sesenta era clasista, patriarcal y sumisa. La dictadura imperante en el país dominaba el mundo personal y social, también el laboral. La existencia en los suburbios sucios, abandonados por la autoridad, salvajes en su miseria y suciedad, queda reflejada en la insólita trama de la novela, que evoluciona desde la crítica social, la indiferencia y un cierto cinismo, hacia la más sincera denuncia, pero velada, del poder establecido.

Encontramos en Tiempo de silencio a personajes culpables y a víctimas inocentes en un argumento que se inicia suave y despreocupado, poblado de reflexiones amontonadas, caótico incluso, al revolver a todos los protagonistas sin apenas definirlos, para avanzar poco, y finalmente, de golpe, hacia un encadenamiento de desgracias sin par.

Prostíbulos, laboratorios, barrios distinguidos, e incluso cárceles se suceden como escenarios de los distintos capítulos, y los perfectos diálogos se combinan con descripciones que corresponden a pensamientos revueltos, nunca vistas ni escritas en la narrativa del país, en un conglomerado de frases que delatan el convulso estado mental de las mentes de la época: reprimidas políticamente sin piedad desde veinticinco años antes.

Durante aquella tercera década del franquismo a la que se refiere la novela se daban las siguientes circunstancias:

1) las mujeres no tenían ninguna relevancia en la vida pública y en la novela citada se muestran como víctimas, como analfabetas o prostitutas. No trabajaban, en su inmensa mayoría, de manea remunerada, eran pobres de solemnidad y la única mujer rica que encontramos apenas tiene papel relevante y peca de estupidez.

2) las ciudades estaban creciendo de manera desordenada, a costa del éxodo rural de la población del campo a las capitales, lo que conllevaba la construcción de infraviviendas y chabolas por las propias familias emigradas, que no siempre encontraban el trabajo con el que soñaban y que precisaban, por lo que la vivienda que construían o habitaban era peor que la que disfrutaban en sus pueblos de origen.

3) la represión sexual era enorme. La única alternativa consistía en el matrimonio y la brecha cultural y anímica entre hombres y mujeres abarcaba todos los aspectos de la vida.

4) el mísero presente no permitía pensar en ninguna esperanza para el futuro, por lo que el tono que utiliza el narrador es cínico, desesperado y hastiado.

5) La religión imperante era la católica y las costumbres, las religiosas clásicas, sin concesión a la época de cierto aperturismo que ni siquiera se atisbaba.

El amor, la belleza, la alegría o la esperanza no existen esta novela, cuyo título refleja con exactitud la realidad social del momento: no se habla de política, ni de la miseria en que viven los humildes; no se habla de diferencias sociales, ni de democracia o gobierno y el silencio forzoso reina por todas partes. La población española no quiere hablar de sus derechos ni de su reciente pasado o su incierto futuro porque tiene miedo de ser delatada por sus vecinos y encarcelada por la autoridad.

El autor inicia y cierra la novela con un tipo de narración moderna, inédita, que quiere romper el estilo monocorde de la literatura de la época y lo consigue, pues el éxito de Tiempo de silencio fue arrollador y hoy sigue siendo una obra de referencia en la narrativa española de la segunda mitad del siglo XX.

Editorial El País reedición de 2003
Primera edición en 1961
318 Páginas

Teresa Álvarez Olías

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