Dos gotas… dos mundos, la cara y cruz de la misma moneda, de Ana Francés

¿Qué hace que dos hijos criados en un mismo hogar y con los mismos padres tomen rumbos tan diferentes? Sin duda, pese a cumplir los mismos preceptos, seguir las mismas normas, absorber las mismas creencias y compartir momentos familiares en común, cada cual asimila la vida a su particular manera, bajo su propio prisma.

Dos gotas de Ana Francés es un ejemplo de ese antagonismo a veces difícil de comprender y es que, no se puede olvidar ese elemento imprescindible que nos diferencia a todos del resto… nuestra esencia.

Dos gotas es una novela que oscila entre la intriga del género policíaco y la carga emocional de una obra dramática, resultando una combinación de ambos estilos, rica en emociones y movimientos, que nos mantiene atentos durante toda la lectura.

Una historia que surge en la década de los ochenta y que nos describe la sociedad del momento, encarnada en las figuras de Clarisa Colunga y de su hermana Melisa.

La sociedad es ese inevitable y atroz conjunto de límites, prejuicios y deberes que ejerce una presión intransigente y dura y ante lo cual solo se pueden tomar dos alternativas; dejarse arrastrar o mostrarse en contra.

La mujer frente al sistema, frente a la Iglesia y su dogma, pero lo peor, frente a sí misma, a su propio juicio, a su conciencia… La culpabilidad actúa como carcelera de su tranquilidad, de su bienestar y de su voluntad, pues no hay peor juez que nuestra propia conciencia, nada más cruel ni inflexible que nuestra propia opinión.

O es blanco o es negro, no hay término medio; o se cumple lo debido o se está fuera de juego y entonces todo puede ocurrir.

De secretos, por miedo a la opinión de los demás y al desprestigio, de deseos de empezar de cero, de borrar errores, de crear una vida nueva, de amores, de ausencias, de dolor y tregua, del ciclo de la vida… Dos gotas es buena muestra.

Ana Francés nos hará viajar en el tiempo, no es la suya una historia lineal, rasgo que añade emoción al argumento con ese toque de dinamismo que nos mantendrá pendientes de principio a fin.

Dos gotas es una novela que nos lleva a encontrarnos de frente con ese lado de la vida más enigmático, ese al que muchas veces no solo no podemos entender, sino que nos pasma y sorprende por lo que de inaudito conlleva.

Un mirar atrás y darnos cuenta de cómo las piezas encajan de manera magistral por sí solas y justo en el momento preciso. Encontrar cuando ya no existe la búsqueda, cuando ya solo queda aceptar la vida tal como llega y en esa resignación descubrir verdades insospechadas.

Isamar Cabeza