Escribir de Esther Aparicio no es difícil cuando se la puede adjetivar de muchas maneras y todas buenas. Aunque, a los que nos gustaría disfrutar más con su presencia en saraos literarios somos conscientes que es autora que se prodiga poco en lo público, y cuando hay un encuentro programado algunos se suelen apuntar a cierraojos, es el caso de la tertulia que organiza Amarante y la librería Cervantes y Cía en la calle Pez, 27 de Madrid el próximo día 12 de marzo, cuyo leit motiv gira entorno a la obra de la autora y contará con su presencia.
Esta escritora madrileña, más novelista que otra cosa, pues aunque le hace guiños al relato corto, tiene tres novelas en su haber, consiguió en 2011 que su editora Mercedes Andrés se entusiasmara al leer La utilidad de los deseos (Finalista del Premio Nacional de Novela Francisco Ayala, 2004). Después, cuando leyó su última novela Hasta que regresemos a las estrellas, escribió:
… como si se tratara de una partitura, «Hasta que regresemos a las estrellas» es una composición que nos lleva por todos los registros de la música, contiene una magnífica cadencia narrativa, y como las obras de los grandes maestros te envuelve y persiste en la memoria (me refiero al buen hacer, no a la historia en sí) … pero no porque haya sugestión sonora de las palabras, no, al contrario, la precisión es la constante del libro, el cuidado en la elección de la frase oportuna es lo que marca su elegancia. Si añadimos una buena historia, como es el caso, lo tiene todo.
Aunque las comparaciones son odiosas, Esther Aparicio está lejos de escritoras efectistas y bestsellerianas a lo Teresa Navarro o María Dueñas, o de novelistas bien intencionadas que escriben para mujeres y/o premios literarios, de esa narrativa hueca, febril y fácil. Se acerca más a Clara Sánchez o a la desaparecida Dulce Chacón, pero salvando distancias, pues la Aparicio es grande, muy grande y en cierto sentido aún pendiente de que la descubra el gran público.
Esther Aparicio tiene una voz propia, y lo que más llama la atención de su obra es el estilo, pero sin quedarse solamente es eso, tiene mucho que contar y lo cuenta. Todos utilizamos el mismo lenguaje pero el estilo es único porque empleamos ese lenguaje de una manera individual. Como apuntó el crítico y editor Middleton Murry: Un estilo tiene que ser individual porque es la expresión de una manera individual de sentir. Estilo significa esa individualidad de expresión gracias a la cual reconocemos a un escritor. Muchos elementos intervienen para formar esa individualidad…Todo lo que contribuye a hacer reconocible lo que un hombre escribe se incluye en su estilo. El estilo en la escritura es una fusión de lo genético con lo social. Cómo es el individuo y la información que ha podido retener, procesar y plasmar. Murry anota tres cuestiones que intervienen en el estilo; una es la peculiaridad personal, la técnica de exposición y la tercera la conquista de la literatura. Y en Esther Aparicio se cumplen con creces, escribe desde su individualidad y esto es lo que atrapa, da la impresión de que ha vivido la vida profusamente, la ha leído y finalmente la ha escrito. Por esta razón en la obra de esta gran novelista encontramos sabiduría y también ciertas pinceladas autobiográficas que añaden más verdad a lo que leemos.
Biografía y obra
Novelista española, ha vivido en Montreal (Canadá), y actualmente en Madrid. Antes de dedicarse por completo a la escritura, trabajó para: AT&T, Lucent Tecnologies y Alcatel. Es traductora de Inglés.
La utilidad de los deseos, 2005 (Novela). Finalista entre otros premios del XIII Concurso de Relato Hiperbreve Todos somos diferentes. Publicación conjunta en el libro El color humano son todos los colores, editado por la Fundación de Derechos Civiles. Una nave de sexo y ficciones, 2007 (Relatos). La orilla de las quimeras, 2010 (Novela). Hasta que regresemos a las estrellas, 2014 (Novela).
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